La infertilidad es la incapacidad para lograr el embarazo luego de un año de relaciones no protegidas o, una vez logrado el embarazo, la imposibilidad de que llegue a feliz término.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a la infertilidad como «una enfermedad del aparato reproductor definida por la imposibilidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de relaciones sexuales sin protección regular».
La misma OMS la señala como una enfermedad que afecta la salud física, psicológica y social. Es causal de depresión, angustia, sentimiento de culpa, temor y aislamiento social.
La incidencia de esta enfermedad es de aproximadamente una de cada seis parejas en edad reproductiva.
La especie humana posee una baja capacidad reproductiva. Una pareja de menores de 35 años, que mantiene relaciones durante el período de ovulación tiene, como máximo, un 25% de posibilidades de concebir por ciclo. Este porcentaje disminuye a medida que avanza la edad de la mujer.
En SARESA, aproximadamente el 80% de los casos de infertilidad pueden ser resueltos con tratamientos de baja complejidad, mediante intervenciones quirúrgicas poco invasivas (cirugía endoscópica) o mediante tratamientos endocrinológicos o nutricionales.
¿Cómo se clasifica la infertilidad?
Las infertilidad se clasifica en primaria, cuando no hay antecedentes de embarazos anteriores, y en secundaria, cuando el fenómeno ocurre en parejas que con anterioridad han logrado embarazo, independientemente de que haya concluido en forma exitosa. La clasificación entre primaria y secundaria es relevante a los fines del diagnóstico, tratamiento y pronóstico.
¿Cuáles son las causas de la infertilidad?
Determinar las causas de la infertilidad no siempre es una tarea sencilla. Contrario a antiguas creencias que atribuían la responsabilidad de la infertilidad a la mujer, las causas son compartidas por ambos miembros de la pareja: un 35% es por causas masculinas, un 35% es por causas femeninas, un 20% es por causas de ambos sexos y, en un 10% de los casos, la esterilidad es sin causa aparente (ESCA).
Sea la causal de la infertilidad un factor masculino o femenino, la infertilidad es una enfermedad de la pareja y debe ser abordada y tratada por ambos miembros en forma conjunta. Ambos miembros deben estar comprometidos con el tratamiento y deben acudir juntos a la consulta.
Algunas causas de infertilidad femenina son:
- Obstrucción tubárica bilateral provocada por infecciones
- Endometriosis
- Trastornos endocrinológicos como diabetes o hipotiroidismo
- Obesidad
- Consumo excesivo de alcohol o tabaquismo
- Exposición a factores ambientales determinados
- Síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser
- Falla ovárica prematura
- Quimioterapia
- Enfermedades genéticas
- Edad reproductiva avanzada: la incidencia de la edad es determinante en cuanto a la fertilidad. En la mujer, la declinación de la fertilidad comienza a los 35 años y es muy baja después de los 40.
Algunas causas de infertilidad masculina son:
- Azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen)
- Oligospermia (pocos espermatozoides)
- Teratozoospermia (Espermatozoides de forma anormal)
- Astenozoospermia (espermatozoides con baja motilidad)
- Semen anormal por infecciones o eyaculación retrógrada
- Vasectomía
- Factores ambientales
- Enfermedades genéticas
- Varicocele
- Edad paterna: La edad no es un factor determinante en el varón como sí lo es en la mujer. El varón no pierde, al menos hasta los 65 años, la capacidad fecundante de sus espermatozoides.
Efecto de la edad en el ratio de fertilidad
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¿Cuándo debo recurrir a un especialista?
Se recomienda consultar a un médico especialista en medicina reproductiva luego de un año de relaciones sexuales sin protección (sin uso de métodos anticonceptivos) en parejas donde la mujer es menor de 35 años, luego de seis meses en el caso en que la mujer sea mayor de 35 años e inmediatamente si la mujer es mayor a 37 años.
¿Qué es la reproducción humana asistida?
Son todas las técnicas y tratamientos médicos que permiten obtener un embarazo y llevarlo a término con éxito.